Gracias a la riqueza natural del país, la rama del ecoturismo, que se fundamenta en la contemplación, interpretación y comprensión de la naturaleza toma una fuerza importante en Colombia. Dentro del ecoturismo, un campo que ha surgido recientemente en Colombia es el aviturismo u observación de aves, este se destaca por ser una actividad educativa al aire libre, compatible con la preservación del medio ambiente y que puede ser definida además como una actividad de disfrute en la cual los turistas buscan apreciar por medios visuales o auditivos las aves en su entorno natural.
En los últimos años el turismo en Colombia se ha desarrollado de forma casi exponencial. Desde el año 2015 el turismo ha crecido en un 31%, convirtiéndose en uno de los sectores más importantes para la economía del país. En 2019, más de 2.5 millones de personas llegaron a Colombia para realizar actividades turísticas (Migración Colombia, 2019).
El potencial y el interés del aviturismo es creciente. Sólo en Estados Unidos se encuentran más de 45 millones de observadores de aves, mientras que en el mundo podría estimarse que hay al menos 80 millones de aficionados a esta actividad. En la actualidad, ingresan a Colombia anualmente más de 17.000 turistas internacionales con el propósito de realizar esta actividad (Instituto Distrital de Turismo de Bogotá, 2018).
1. Expertos o “Hard-core”: Son observadores especialistas, con dedicación intensa al avistamiento de aves. Ellos no están interesados en desarrollar actividades adicionales a la observación y están dispuestos a viajar largas distancias, bajo condiciones extremas para ver especies nuevas o raras. Además, son competitivos, buscan aumentar su lista de vida y traen su propio equipo para observar las aves. |
2. Entusiastas: Son amantes de la naturaleza, viajan a un ritmo más suave y relajado. Disfrutan observar cualquier especie de ave, son tolerantes con los diferentes niveles de experticia de sus compañeros de viaje. Su intención también radica en viajar para socializar con otros observadores, así que están a gusto en grupos un poco más grandes. Además, están interesados en otras actividades de turismo de naturaleza y experiencias culturales. |
3. Observadores casuales: Son turistas no especializados que combinan la observación de aves con otras actividades. Están interesados en visitar áreas de fácil acceso, ver especies llamativas o emblemáticas con menos esfuerzo y que además sean diferentes a aquellas que ven en casa. Definitivamente buscan más comodidad y bienestar, su satisfacción proviene de la simple interacción con la naturaleza. Viajan para conocer aves durante sus vacaciones, por lo que prefieren un mejor servicio e ir a un ritmo más calmado. |
Colombia es el país, con el mayor número de especies de aves en el mundo.
Registradas 1937 de las cuales, 79 son endémicas y 126 están amenazadas globalmente y 140 nacionalmente.
Uno de los programas principales, encaminados a cumplir con nuestra misión, es el avistamiento de aves en su propio ambiente. Se desarrolla en los diferentes ecosistemas, principalmente en los parques y reservas naturales de nuestro país y en reservas privadas. Este programa tiene como objetivo principal dar a conocer las especies nativas y migratorias; multiplicando conocimiento y cultura protectora de su hábitat.
Examinando la avifauna que habita en Colombia, un ejemplo claro que muestra la especialización en la forma y el tamaño de los picos se encuentra en los colibríes, pues para poder alimentarse de flores ellos cuentan con picos alargados y estrechos que les permiten alcanzar el preciado néctar. Más sorprendente aún resulta ser que algunas especies tienen picos del doble de tamaño de su cuerpo, como el colibrí pico-espada (Ensifera ensifera), o tienen curvas muy pronunciadas, como se observa en los representantes del género Eutoxeres, lo que les permite ser más eficientes consumiendo ciertas flores en específico.
Las aves cuentan con un sinfín de curiosidades en su morfología, comportamientos, distribución y muchos otros aspectos que motivan a las personas de todo el mundo a salir a observarlas, fotografiarlas y disfrutarlas.
La evolución de estos es tan extravagante que en otras especies sus picos se han transformado en armas de combate, pues incluyen pequeñas sierras y dagas para tener ventaja a la hora de pelear por el territorio, incluso sacrificando eficiencia en la extracción de néctar. Los casos mencionados anteriormente, evidencian que a partir de la forma de los picos es posible conocer información sobre la dieta y el comportamiento del ave.
Tours Especializados en Avistamiento de Aves
Tour MultiEcosistemas: Bosque muy húmedo Tropical – Bosque Seco Tropical – Bosque de Niebla – Humedales de Sabana – Páramo – Bosque Andino – Universidad Nacional de Colombia. La ruta propuesta cuenta con una lista potencial de alrededor de 300 especies que de ellas un elevado número se encuentra en estado de amenaza, además existe un estimado de 12 especies endémicas.
Montañas y Páramos: Rocas de Suesca – Laguna de Guatavita Antigua – Monserrate – Parque Chingaza – Páramo de Sumapaz – Nevado del Ruiz. La belleza de paisajes, la variedad de climas, la diversidad de ecosistemas y la riqueza de la naturaleza tanto en flora como en fauna, hacen de Colombia un destino turístico de naturaleza muy atractivo, especialmente para aquellos que buscan realizar senderismo en alta montaña.
Santa María – Boyacá: Provincia del Valle de Tensa – Departamento de Boyacá. Se contempla que en esta ruta haya un potencial de observación de aves de 300 especies, entre ellas, 8 especies endémicas. La región tiene un potencial inmenso para atraer turistas debido a que existe un puñado de especies de interés, más la gran diversidad presente en la región, pueden convertir este Tour de Santa María, en un sitio obligado de paso para los turistas amantes de las aves y de los ecosistemas.
Del Páramo al Llano: Llanos orientales – Sabana – Piedemonte Llanero – Bosque húmedo tropical – Santa María Boyacá – Bosque muy húmedo, Sabana Bogotana – Bosque altoandino – Páramo de Sumapaz. En la parte más alta del recorrido observaremos grupos de Pyrrhura calliptera (Brown-breasted Parakeet), Cyanolyca armillata (Black-collared Jay) y Sericossypha albocristata (White-capped Tanager). Así mismo, en el bosque andino visitaremos la única localidad de fácil acceso en donde se ha registrado Grallaria kaestneri (Cundinamarca Antpitta).
Sabana de Bogotá: Cerca a Bogotá dos páramos, dos observatorios de colibríes y tres parques reservas naturales. Durante el tour será posible observar las aves insignias de la Sabana de Bogotá, dos observatorios de colibríes y una serie de actividades culturales que nos sumergirán en algunas de las prácticas más ancestrales de las personas de la región.
Tingua de Pico Verde: Parque La Florida -Serranía de las Quinchas – Universidad Nacional – Ruta puente y Bagaza. Durante el tour será posible observar las aves insignias de la Sabana de Bogotá, dos observatorios de colibríes y una serie de actividades culturales que nos sumergerán en algunas de las prácticas más ancestrales de las personas de la región.
Águila Crestada: Bogotá – Guasca – Machetá – Campo Hermoso – Santa María – Villanueva – Monterrey – Suesca – Chocontá. El Águila Real de Montaña (Spizaetus isidori) es considerada la rapaz más sensible a la fragmentación y degradación de su hábitat, debido a que presenta bajas densidades poblacionales y altos requerimientos de territorio (siendo necesaria un área estimada de 10.000 ha de bosque maduro para mantener una pareja viable).
Tour del Paujil Pico Azul: Universidad Nacional – Parque Jaime Duque – PNN Sumapaz – Suesca. Es un espectáculo en torno al reconocimiento y conservación de la avifauna y del recurso hídrico de la región Cundiboyacence. Esta es una de las regiones más diversas tanto de flora como de fauna en la cordillera de los Andes y en la que se destacan zonas de turberas y páramos, fábricas de agua únicas que alimentan a todos los seres de este bello país.
Las Guacharacas: PNN Chingaza – Reserva Cerro Seco – Jardín Encantado, Tabacal. Permitirá conocer una gran riqueza de aves. Se estima que en el departamento de Cundinamarca se tendrá un potencial de observación de aves de aproximadamente 350 especies, 14 de ellas, endémicas.
Tour de La Alondra: PNN Chingaza – PNN Sumapaz – SFF Otún Quimbaya – PNN Nevado del Ruíz. Observación de las aves endémicas y casi endémicas de la cordillera de los Andes, permitiendo el reconocimiento de los hábitats propios estas especies. Así mismo, durante el recorrido se conocerán los secretos de los ecosistemas más relevantes de las regiones naturales de Colombia.
Cóndor Andino: Parque NN Puracé – Parque Natural Nacional los Nevados – Parque Natural Nacional de Chingaza – Parque Jaime Duque – Parque del Café. El Cóndor Andino es el ave voladora más grande y pesada que existe en el mundo, esta misma alcanza hasta 3.3 metros de envergadura; los adultos son de color negro, con plumas blancas en el dorso de las alas y ostentan un collar de plumón blanco.
Chamicero cundiboyacense: PNN Chingaza – Hacienda Nápoles – Reserva El Paujil – Laguna El Tabacal – Villa de Leyva. Es una especie de ave que habita en los Andes orientales del norte de Colombia, entre los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, vive en los bordes de los bosques de montaña, bosques de arbustos, matorrales y setos, entre los 2.000 y 3.000 msnm.
Tour del Piculet: PNN Chingaza, Piscilandia, Laguna Tabacal, Parque La Florida. Este carpinterito suele arrastrarse alrededor de pequeñas ramas y enredaderas, a menudo, suspendido boca abajo. Las poblaciones se limitan a los parches fragmentados de selvas húmedas, bosques y matorrales que bordean, bosques secos y húmedos tropicales propios de los Andes colombianos.